Por Mtra. Irma Edith Ugalde García
La explotación sexual se refiere al abuso físico, real o intencionado, de naturaleza sexual, efectuado a la fuerza o aprovechándose de las condiciones desiguales o represivo de las personas (UNHCR-ACNUR México).
En este caso, la explotación sexual infantil es una gran problemática que se presenta a nivel mundial, afectando tanto a infantes (desde bebés), como a adolescentes (hasta 15 años), aprovechándose de su vulnerabilidad.
El abuso sexual infantil y de adolescentes, incluye tráfico de infantes, esclavitud sexual, pornografía, prostitución, abuso y agresiones sexuales. En la actualidad cada vez se ha ido extendiendo este tipo de explotación, debido a las diferentes modalidades que se presentan: explotación sexual online, turismo sexual infantil, prostitución, entre otras. Las víctimas enfrentan consecuencias físicas, psicológicas y sociales tanto a corto como a largo plazo.
Señales que presentan los infantes agredidos sexualmente:
Emocionales:
Físicos:
La base de datos de Interpol (2018) sobre explotación sexual de menores contiene documentado 4.9 millones de imágenes y vídeos, lo que ha permitido identificar a 42 300 víctimas de todo el mundo (párr. 6). Con base en una selección aleatoria de imágenes, que fueron examinadas en ese año, y que posteriormente se publicaron en un documento titulado Towards a Global Indicator on Unidentified Victims in Child Sexual Exploitation Material, en donde se detectaron una serie de predisposiciones alarmantes para llevar a cabo el abuso sexual de infantes, entre las que destacan las siguientes:
Algunos especialistas consideran que dentro de los factores que contribuyen a la propagación de la explotación infantil están: la pobreza, falta de educación, desigualdad de género, la violencia, la vulnerabilidad social; sin embargo, se ha visto que no distingue religiones, clases sociales, de género y etnias; aunque si se ha visto que en un gran número de casos los infantes son agredidos sexualmente por familiares o conocidos.
Dentro de las medidas que se deben de tomar para proteger a los infantes y adolescentes del abuso sexual, en primera instancia es crear conciencia y evitar exponerlos en redes sociales, tener diálogo con los infantes, mencionándoles que nadie debe tocarles y en caso de que, un infante cuente que ha sufrido abuso sexual, es importante: